Esta ilustración es un tributo póstumo a Panchito, mi primer gato y la mascota más noble que he tenido. Vivió con mi novia y conmigo durante dos años, tiempo en el que se convirtió en un miembro irremplazable de nuestra pequeña familia. Panchito no solo nos acompañó en el día a día, sino que también nos enseñó sobre el amor incondicional y la lealtad silenciosa que solo un gato puede ofrecer.
Este proyecto busca capturar su esencia y rendirle un homenaje eterno. La ilustración refleja su nobleza, su carácter tranquilo y la profunda conexión que compartimos. Aunque su tiempo con nosotros fue corto, su presencia dejó una huella imborrable en nuestras vidas
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